jueves, 25 de abril de 2013

LA MIRADA DEL PERRO: faltan de pasar (4): Lipti-Lehniv



4. LA MIRADA DEL PERRO.

Suele ser lastimera, mas profunda,
a veces temerosa, indecisa,
pero siempre cargada de humedades,
de lágrimas reprimidas, de sueños de desvaríos.
Siempre al borde de las lágrimas;
sus ojos temerarios, al suicidio; su boca
inexpresiva; su pelo negro, negro. Sin palabras.
Llanto silencioso y contenido, llanto para dentro.
Lágrimas para dentro de caminos campesinos
y trigales,
de casas solariegas cubiertas de musgo
y telarañas,
de campanarios derrumbados con cigüeñas
y golondrinas,
de viejas figuras enlutadas por callejuelas
y fuente.
Esponja que absorbe la realidad a su paso,
la porosa realidad que se aprehende,
magdalena de Proust encarnada en vida perra:
la mirada del perro.
Así se extiende esta mirada como un manto,
un manto parduzco de atardecer de meseta castellana.


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