sábado, 19 de noviembre de 2016

Palabras del hermano de Aby Warburg


   A los trece años, Aby me ofreció su primogenitura. En su calidad de hermano mayor estaba destinado a encargarse de la empresa. Yo solo tenía doce años, era demasiado inmaduro para reflexionar, y así pues acepté comprarle la primogenitura. Pero a cambio no pedía un plato de lentejas, sino la promesa que yo le compraría siempre todos los libros que él quisiera. Tras una breve reflexión, dije que sí. Me dije a mi mismo que cuando yo estuviera bien metido en los negocios, me sobraría dinero para costearle las obras de Schiller, Goethe, Lessing y quizá también de Klopstock; y así, confiado, le di lo que ahora, retrospectivamente, se puede llamar todo un cheque en blanco. El amor a la lectura, a los libros..., fue su primera pasión.
Max Warburg elocución necrológica 5 de diciembre de 1929