Lecturas de noviembre y diciembre 2016.

- Another monster, de Naoki Urasawa.

- Nunca enamores a un forastero, Ramón Díaz Eterovic.

- La visión abierta. Del mito del Grial al surrealismo, Victoria Cirlot.

- Hildegard Von Bingen y la tradición visionaria de Occidente, Victoria Cirlot.

- Tres tratados de armonía, Antonio Colinas.

- Rey de Picas, Joyce Carol Oates.

 

 

 

 

 

 

Palabras del hermano de Aby Warburg

   A los trece años, Aby me ofreció su primogenitura. En su calidad de hermano mayor estaba destinado a encargarse de la empresa. Yo solo tenía doce años, era demasiado inmaduro para reflexionar, y así pues acepté comprarle la primogenitura. Pero a cambio no pedía un plato de lentejas, sino la promesa que yo le compraría siempre todos los libros que él quisiera. Tras una breve reflexión, dije que sí. Me dije a mi mismo que cuando yo estuviera bien metido en los negocios, me sobraría dinero para costearle las obras de Schiller, Goethe, Lessing y quizá también de Klopstock; y así, confiado, le di lo que ahora, retrospectivamente, se puede llamar todo un cheque en blanco. El amor a la lectura, a los libros..., fue su primera pasión.

Max Warburg elocución necrológica 5 de diciembre de 1929

Lecturas de septiembre 2016.

Una mala noche la tiene cualquiera, de Eduardo Mendicutti.

Narraciones extraordinarias, de Edgar Allan Poe.

Silber, el primer libro de los sueños, de Kerstin Gier.

Seda y niebla para el asesino, de Curtis Garland.

 

 

 

 



Lecturas de agosto 2016.

H de halcón, Helen McDonald.

El caso Birdman, Mo Hayder.

Siete casas vacías, Samanta Schweblin.

Niebla en Whitechapel, Curtis Garland.

Demasiada felicidad, Alice Munro.

 

 

Lecturas de julio 2016.

Gratamente productivas las vacaciones de invierno, en materia de lectura.

Leer como un profesor, Thomas C. Foster.

Leer mejor para escribir mejor, María Antonia de Miquel.

Historia de la Literatura Universal 1: Las Literaturas Antigua y Clásica, Enrique Iñez Pareja.

Las aventuras de Tom Sawyer, Mark Twain.

Enseñar a nativos digitales, Marc Prensky.

La ciudad está triste, Ramón Díaz Eterovic.

Solo en la oscuridad, Ramón Díaz Eterovic.

Nadie sabe más que los muertos, Ramón Díaz Eterovic.

No pidas sardina fuera de temporada, Andreu Martin y Jaume Ribera.

Ángeles y solitarios, Ramón Díaz Eterovic.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lecturas de junio 2016.

Madre in Spain, Señorita Puri.

Adiós, Mariquita linda, Pedro Lemebel.

Twin Peaks, 25 años y aún queda música en el aire, VVAA.

Hambre de realidad, de David Shields.

El mercader de Venecia, William Shakespeare.

El Jesús histórico, Gerd Theissen y Annette Merz.

Las Tablas de la Ley, Thomas Mann.

El amor que cura, Boris Cyrulnik.

 

 

Lecturas de mayo 2016.

Los libros son tímidos, Giulia Alberico.

Black, black, black, Marta Sanz.

El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez.

Lecturas de abril 2016.

De sueños azules y contrasueños, Elicura Chihuailaf.

Steampunk. Antología retrofuturista, Varios Autores.

Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie.

 

Lecturas de marzo 2016.

W de Watchmen, de Rafael Marín Trechera.

Libros de Sangre, vol.1, de Clive Barker.

Esto es agua, David Foster Wallace.

La ciudad y el pilar de sal, Gore Vidal (inacabado).

Los horrores del escalpelo, Daniel Mares (inacabado).

El Reino, Emmanuel Carrere.

Lecturas de febrero 2016.

 

FEBRERO 2016.

El plantador de tabaco, de John Barth.

Ola de crímenes, de James Ellroy.

Hambre de realidad, de David Shields.

Voces de la mística, de Javier Melloni.

El inimitable Jeeves, de P.D.Wodehouse.

Memento mori, de Muriel Sparks (inacabado).

El corredor de fondo, de Patricia Nell Warren.

Chump change, de Dan Fante.

Voces de la mística, de Javier Melloni.



La muerte de Moisés

 

Según un midrás hebreo, la muerte de Moisés se produjo a través de un beso de Dios, ya que ningún ángel y ningún otro ser, se atrevió a tocarlo...

 

 

Llévame donde estés....

 

 



TODO MI SER SE ABRE EXPECTANTE...

ATREVERME A SER QUIEN SOY

I Re 19, 1-15



CAMPOS ARRASADOS

Los campos parecen arrasados, esquilmados, quemados y negros, cuando en realidad están en barbecho, a la espera de las nuevas semillas.

ANACARDOS

 

 

 

 

 

Si tuviera que decir

dónde nacisteis,

anacardos,

tendría que traer

mi corazón de vuelta

a un lugar del que nunca

tuvo que salir.

Por eso,

por el dolor que me causan

estas líneas,

no diré dónde nacisteis,

incluso olvidaré vuestro nombre:

dejadme pensar que soy libre,

dejadme pensar que estoy vivo.