jueves, 21 de febrero de 2013

Sosténte hasta que se rompa: CUADERNO DE LIPTI-LEHNIV (RIANGKEMIE TRAS LA LLUVIA) (5)



5.
Sosténte hasta que se rompa.

            ¡Tu soledad sin caderas! Bajan las aguas rojas, henchidas de cuchillos. Puedes beber mis palabras, puedes beber mis labios, puedes beberme. Mientras el reloj desgrana el tiempo encima del armario, no lo mires y sigue con las estrellas, no lo mires son mis ojos, no lo mires el fuego entre la leña, no lo mires no lo mires, absorbido el sentido en tus palabras, en la cadencia de tu voz no lo mires, no lo mires no detengas este instante y hazlo, no lo mires, por no mirar, eterno. Junta tus párpados a las arpas colgadas en los árboles, los canales que bajan hacia el pueblo, la noche silenciosa herida por las farolas, el ladrido lejano y no lo mires. El olor a pan y el gusto a vino en la boca, los ojos cerrados, no lo mires, y las manos a tientas buscando, buscándote, como con juego de gatos garduños, no lo mires, nevada toda la cuesta del cementerio, las cruces cubiertas de blanco, no lo mires, y dentro el suave sopor de la casa. Perezosos mis recuerdos, demorosos mis instantes, nemorosos los suspiros, no lo mires, no lo mires, y en la noche sin estrellas tu estrella preludia de cielo, no lo mires, el fuego se apaga con un murmullo lejano de coro de niños, de mesas de madera, de ventanas abiertas a las nubes, no lo mires, bajo el techo de la casa, no lo mires, se desborda el agua por los lejanos corredores, no lo mires, llegan a tus pies las lágrimas y a mis lágrimas tus pies, no los mires, y el silencio. Se oyen voces extrañas dentro del agua, no lo mires, será el latido de las olas, será el respirar del océano y mientras, no lo mires, se despereza un sonámbulo vestido de púrpura. No lo mires, tus aguas a mis pies, lazo en tu cuello, y el nudo es más fuerte cuanto más amor soporta, no lo mires, no lo mires, sosténte hasta que se rompa.


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