martes, 5 de febrero de 2013

CUADERNO DE LIPTI-LEHNIV (RIANGKEMIE TRAS LA LLUVIA) (1)



Lipti-Lehniv
1.
Nunca dije adiós.

            Me pregunto cuánto tiempo más podré seguir viviendo así: viviendo de recuerdos, sin tu presencia. Quisiera pensar que te tendré pronto de nuevo, que volveré a ver tu risa en la tarde, cuando sople el viento en el valle, cuando los pájaros crucen el cielo rojizo hacia los cerros, cuando se nos olviden todos los dolores, las separaciones y las heridas. Pero al instante siguiente sé que no es así, que quizás no te vuelva a encontrar, que quizás te he perdido para siempre… Y no me resigno a la idea de vivir sin ti, porque nunca me despedí, nunca dije adiós, nunca separé mi corazón ni mis recuerdos ni mis latidos de tu lado. Mientras llueve, recuerdo tu risa, recuerdo los niños correr hacia la escuela, recuerdo cuando se desbordó el estero y nadie nos ayudó, cuando vinieron y nos echaron de la casa, cuando registraron nuestros libros y cuadernos y quemaron las guitarras. Se me hace tarde pensando en ti, se me oscurece, pero no me importa, porque mientras permanezco en tu recuerdo me siento vivo. Estoy tan lejos de ti que no puedo respirar sin que me duela.


            Ya son sólo cenizas mis palabras. Agua nube casa lágrima ya no son nada para mí sino cenizas y como tales cenizas se me deshacen entre las manos se las lleva el viento de nada servirá el recogerlas de nada guardarlas o protegerlas del viento el contacto con la vida las destruirá para siempre y sólo quedarán trozos minúsculos inservibles pequeños insectos negros después de las llamas y quizás así también toda nuestra vida amor como un vacío pleno para descansar de una vez por todas de tanta opresión y violencia de tanta maldad contra los pequeños y tanto odio contra los débiles así sin pasar los fuertes sin atravesar las fronteras nos presentaremos de nuevo como la vez primera y volveremos cara a cara a decirnos te quiero y ya los guardas no nos preguntarán dónde vas ni nos pedirán identificarnos cuando la noche se torne suave en lugar de sangre serás néctar de nuevo mis ojos podrán abrirse para llenarse de rostros queridos para absorber todo este paisaje y estos cerros resecos tras el paso tortuoso y lento del tiempo por fin mis clamores tendrán oídos porque esta vez no te habrás ido me esperarás junto a la fuente.


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