Nota.
Encontrar un manuscrito en la basura
puede ser un tesoro. O puede no serlo. Esto depende del contenido del
manuscrito y de su repercusión en quien lo encontró.
Después de más de 7 años llevando
este cuaderno conmigo allá donde voy, soy consciente de que su importancia será
distinta según las personas.
Yo lo llamo “el cuaderno indonesio”,
o también “el cuaderno de Lipti-Lehniv”, por las palabras que aparecen al
inicio, ignorando si dichas palabras corresponden a una persona o a un lugar.
Venzo mis reticencias iniciales
gracias a algunos amigos, y dejo en manos del editor la publicación (o no) de
estas páginas.
Si tan sólo llegara a alguno de los
lectores o las lectoras la décima parte de lo que han significado estos textos
para mi vida, ya sería mucho, y el esfuerzo habría merecido la pena. Vale.
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