viernes, 15 de febrero de 2013

KAFKA EN LA ORILLA de Murakami.




Comencé a leer a Murakami con CRÓNICA DEL PÁJARO QUE DA CUERDA AL MUNDO. Ahora, un par de años más tarde, me decido con KAFKA EN LA ORILLA. Y descubro las constantes de la literatura de Murakami: espacios-tiempos paralelos, espíritus, tramas desdobladas, huidas, gatos.

KAFKA EN LA ORILLA (del mar) es un libro (el que tenemos entre manos). Es una pintura (la que mira sin cesar Saeko). Es una canción (la que escucha Kafka). Me imagino que es la misma historia en distintos soportes, aún llevando una historia paralela. Una historia que se me escapa en su totalidad, pero que marca unas líneas de por dónde va el devenir de sus personajes.

Es ingenuo pensar que la voz narrativa de la novela sea un joven de 15 años, Kafka. No lo es. (¿Quién llamaría a su hijo Kafka, por otra parte?). Lo que puede comenzar como una aventura de iniciación juvenil, el abandono del hogar paterno, se convierte en la novela en algo más. De fondo aparece permanentemente la profecía edípica, que no sabemos si realmente se cumple o no. Creo que esto queda a gusto del lector.

Veo que KAFKA EN LA ORILLA flaquea, para mí, en lo mismo que flaqueaba AHS ASYLUM: la trama de los otros, los extraterrestres. No se desarrolla bien qué tiene que ver esta línea del anciano en la historia de Kafka, más que para abrir la puerta de acceso a una especie de Sangri-Lha – limbo – cielo. Tampoco la figura de la profesora, a la que me hubiera gustado seguir más en su entrevista sobre los hechos ocurridos en el claro de bosque con los alumnos. ¿Para qué las entrevistas al médico, la profesora,…? ¿Está siendo seguido-observado el anciano, de alguna manera?

El personaje del camionero se me asemeja a una especie de Sancho Panza en la novela: comienza siendo el más “aterrizado” en la realidad que vive, para terminar recogiendo el legado del anciano muerto, con piedras que son llaves y conversando con gatos.

En ciertos momentos, el espacio de Kafka se (me) hace claustrofóbico: la biblioteca, a la que yo, como lector irredento, hubiera sacado más partido. Ya sé que es un símbolo y todo eso, pero para la trama, lo mismo podría haber sido un supermercado o un bar (bueno, casi). Me esperancé un poco cuando Kafka agarra LAS MIL Y UNA NOCHES, en la traducción de Burton, e imaginé una línea intertextual, pero nada. Murakami parece haber decidido que teníamos que tener claro que lo que él proponía era un paisaje con el complejo de Edipo de fondo.

El bibliotecario también me parece un personaje levemente “desaprovechado”. ¿Para qué la revelación de su “identidad”, si después no cumple papel alguno en la trama? (¿o es que leí muy rápido y me perdí algo?)
Leí KAFKA EN LA ORILLA en dos días. Me gustó. Pensé que las tramas paralelas iban a encontrarse en algún punto, pero no. Creo que eso es lo que me queda dando vueltas tras leer el libro. Hasta pensé que Kafka y Nakata eran la misma persona con distintas edades viviendo al mismo tiempo.

Esto son unos apuntes subjetivos tomados “a vuelapluma” tras leer la novela. 

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