sábado, 30 de marzo de 2013

Aquí se me acaba todo: Textos sin numeración de Lipti-Lehniv





            Aquí se me acaba todo. No sé si va a empezar algo ahora, pero ya sentí que lo anterior está muerto: no se puede hacer nada por recuperarlo, por asirlo. Y el comienzo no puede ser más triste: dos botellas de licor y una música mexicana desgarrada (Chavela): así va a ser el futuro. Y se acabaron ya los libros cultos y reconocidos, parece que voy a tener que acostumbrarme a la oscuridad (Artaud, Walter, Ellroy, el Víctor Hugo de “El hombre que ríe”). Llueve, eso también es frecuente a partir de ahora. Me voy lejos de aquí, de mí mismo, quiero decir, de mí mismo. No acabo de encontrarme. Estar en paz, sí; lo estoy, pero lo estoy como de una forma anestesiada, sin confrontación, sin lucha.
            Pasaron ya casi veinte años y las escaleras siguen ahí mismo, donde siempre. Siguen bajando las escaleras de caracol, con agua negra encharcada tras la lluvia sucia. Nada que ver con Riangkemie ni Lembata, me salto a lo anterior: los perros que ladran a la luna en los callejones oscuros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario