miércoles, 6 de marzo de 2013

Te grité desde Lewoleba: Poemas rojos de Lipti-Lehniv (4)



IV.


Te grité desde Lewoleba
y tras de ti anduve todo Lembata,
mas ni rastro de tus huellas,
ni una señal en ningún sendero.
¿Acaso estas montañas de fuegos,
estas imposibilidades,
sabrán dónde y cómo te perdiste?
Cómo te me perdiste entre los días
y en noches sin venir,
mientras te me escapabas poco a poco
con dudas de equipaje;
ahora mismo la niebla baja
y escucho su susurro
“deja partir tu amor”, dice,
“suelta amarras, no encadenes”.
Maldita la niebla que así dice
pues dudo de su sabiduría
como de mí mismo,
de sus palabras misteriosas
que no hacen sino recordarme
(vuelvo otra vez al comienzo)
tus manos.
No. No volveré a preguntar
a ningún pescador en la playa,
me morderé el alma
cuando no te encuentre en Riangkemie,
cuando Lewoleba calle.
Se me avalanzan los días
tocan a muerto
cae la lluvia menuda
amenazante con ser tropical
se oye nada en esta hora
ladridos y poco más
mi respiración
cuatro niños perdidos
subiendo al árbol
robando mangos o plátanos
cantando bajo
poco a poco me duermo
se me caen los libros de las manos
mientras pienso en octubre
me veo a mí mismo
otro octubre tras otro octubre
ansias de octubre eterno
en el fondo sin definir
una silueta
no sé quién es no quiero saberlo
mas sé que es un nuevo octubre
igual y distinto al octubre
del mes pasado
al octubre
del mes que viene
en este mío tuyo suyo octubre.


***

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